El aroma y el sabor de un buen café no es el mero resultado de la casualidad, sino que depende de la selección del grano y de los diferentes procedimientos para su elaboración.
Con respecto a esto último, es vital contar con la cafetera apropiada. Ahora bien, ¿sabías que existe una gran variedad de tipos de cafeteras?
Básicamente estas se clasifican según el método de elaboración que emplean para ‘colar’ el café, obteniendo en cada caso diferentes resultados.
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Cafeteras Espresso o Express
Las cafeteras express o espresso son quizá las más caras del mercado. Son las típicas que ves en las cafeterías y restaurantes, aunque también hay modelos caseros.
Este tipo de cafeteras emplea el método a presión ya que calientan el agua a punto de ebullición a una temperatura aproximada de 90 grados, la cual pasa a través del filtro de café prensado dando como resultado un café tipo espresso.
Generalmente, llevan anexado un conducto de vapor empleado para airear y generar espuma en la leche a fin de conseguir un café tipo capuccino o latte.
Es importante darle el mantenimiento requerido a este tipo de máquinas para evitar la obstrucción de las vías y mecanismos, alargando su vida útil.
Entre las cafeteras express se encuentran tres estilos o modelos:
- Cafeteras expresss manuales: Son la réplica de las máquinas propias de los bares y cafeterías. Aquí el usuario interviene directamente en el proceso de elaboración (molienda del grano, prensado y la cantidad de agua servida en ella) y mantenimiento (cada dos o tres meses).
- Cafeteras express automáticas: Estas emplean un sistema de funcionamiento automatizado, integrando el molinillo para procesar cada grano y llevando el resultado a la taza sin la intervención del usuario. Además disponen de un mecanismo de limpieza automática.
- Cafeteras de cápsula: Son los tipos de cafeteras cuyo funcionamiento es automático, empleando la cápsula de café como el ingrediente principal. Esta cápsula es presurizada gracias al vapor a presión que se introduce por un agujero, resultando un café en cuestión de segundos.
Cafeteras italianas o macchinetta
Este modelo de cafeteras es de uso más doméstico y su diseño consta de tres secciones: la primera sección consiste en un recipiente donde se coloca el agua, éste tendrá contacto con la estufa para hervir el agua que contiene.
El vapor del agua pasa a través de un filtro metálico donde se ha dispuesto la cantidad de café molido y, por último, el café colado recorrerá a través de un conducto y será depositado en el cuerpo o envase superior.
Gracias al método de preparación empleado, se consigue un café con cuerpo y aroma, pero no tan característico como el espresso.
Son cafeteras del rango más económico, prácticas no sólo por su sencillo mecanismo sino también por su tamaño.
Parte del mantenimiento constará en mantener limpios los agujeros del filtro, chequear la goma del envase a presión y la válvula de seguridad.
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Cafeteras de filtro o goteo
Una de las cafeteras de goteo más populares son las de estilo americano (eléctricas) que se ven en las películas, aunque existen más tipos de cafeteras de filtro que son manuales y se los emplea bastante en las cafeterías de especialidad.
El método empleado para procesar el café es un poco más lento y consiste en que el agua caliente pase poco a poco a través del filtro con café molido mediante la acción de la gravedad. El resultado de la cuela se va depositando en la jarra mediante el sistema de goteo.
Como resultado, se obtiene un café más noble en sabor y textura, esto debido a que no se extraen por completo (a falta de presión del vapor) los aceites naturales del café responsables de la acidez y cremosidad.
En las cafeteras de goteo eléctricas, el envase de vidrio se mantiene en contacto con una plancha de metal caliente para conservar la temperatura.
Este tipo de cafeteras son muy útiles para elaborar grandes cantidades de café en un solo proceso, son de fácil mantenimiento prestando especial atención al lavado y correcto secado de la jarra de vidrio diseñada para la cafetera.
Los tipos de cafeteras de goteo manuales son los siguientes:
- Cafeteras melitta
- Chemex
- Hario V-60
- Kalita de Wave
Cafeteras de émbolo o prensa francesa
Conocidas también como cafeteras francesas, prensa francesa o cafetera de pistón.
Cuentan con una estética elegante y a la vez de estructura sencilla (envase cilíndrico de vidrio, émbolo y filtro de metal).
Para preparar el café en este tipo de cafeteras, solo se tendrá que hervir previamente el agua y una vez que alcance el punto de ebullición dejar reposar unos segundos. Verter el agua hirviendo en el cilindro de vidrio de la cafetera y mezclarla con el café molido (se recomienda 8 gramos en 150 ml).
El resultado es un café con un poco de sedimentos, pero con toda la expresión del café por su alto contenido de aceites naturales depositados aportándoles aroma, consistencia y espesor.
Entre las ventajas más atrayentes está que no necesita de electricidad para estar operativa y es de fácil mantenimiento.
Ver también: ¿Qué es una prensa francesa y cómo usarla?
Cafeteras de sifón o vacío
Las cafeteras de sifón, japonesas o de vacío son las que más llaman la atención por la cantidad de partes que poseen, pero a la vez son las que mayor tiempo de preparación conllevan para producir el café.
Posee un balón de vidrio de borosilicato donde se coloca agua, y bajo de esto una fuente de calor (mechero). Al calentarse el agua, el vapor genera una presión que hace subir el agua hacia el recipiente superior que contiene el café.
Una vez se retirar la fuente de calor, el agua que ha entrado en contacto con el café molido baja de nuevo al balón por la fuerza del vacío y pasa por el filtro.
Si quieres entretener a tus invitados, las cafeterás de sifón son la mejor opción.
Cafeteras aeropress
La cafetera aeropress es de las más portátiles, ideales para los viajes, en la que puedes extraer un espresso súper ligero.
Se asemeja a una jeringa gruesa con una cámara donde se prepara la infusión del café, ahí mismo se coloca un émbolo con el que se ejerce presión sobre el líquido para que pase través de un filtro de papel.
Este funcionamiento combinaes los métodos de filtro, infusión y presión para preparar una taza de café.
Cafeteras a frío o Cold Brew
Emplean un método de extracción muy peculiar, el mismo consiste en dejar reposar la cantidad requerida de café molido en agua fría o temperatura ambiente por unas 12 o 24 horas aproximadamente a fin de culminar con el proceso, obteniéndose como resultado un café que exhibe un matiz menos amargo o ácido, pero de un increíble y particular sabor.
Entre las ventajas podemos enumerar la posibilidad de refrigerar la infusión de café por unas dos semanas en la nevera sin perder su sabor ni frescura y poder consumirlo caliente posteriormente.
Su mantenimiento es muy sencillo, hasta puede ser lavada en el lavavajillas.
